ACERCA DEL PROYECTO

Sí, un juego a cuatro manos. Fue la forma  que encontramos de ponerle humor a una situación tan dramática. Todos pensábamos que terminaría al mes siguiente. Sin embargo, eso no sucedió,  y este resultado no tiene casi nada de humor.

Partimos de una “idea robada”: un hombre solo en su casa durante la pandemia, manda Whatsapps  a una mujer con la que tuvo un vínculo años atrás.

El juego fue parecido al ping pong. Una de nosotras empezó (no vamos a develar quién) con dos o tres renglones, y a continuación la otra fue agregando lo que le parecía. Así, a lo largo de cuatro meses, se engrosó el texto, a veces con giros inesperados, hasta que llegó al día 11. 

Era el final, y ahora teníamos 2 interrogantes. Si lo haríamos público y de qué manera. Si lo hacíamos, ¿quién grabaría la voz del personaje?

Ahí apareció Miguel, sumándose al proyecto también a la distancia. Reunidos los tres por zoom, comenzamos la experiencia  de los ensayos con esa insólita modalidad. Nos tuvo mucha paciencia el pobre, y por eso le estamos muy agradecidas.

Finalmente, lo técnico era difícil y se extendió más de lo que hubiéramos deseado. Pero, después de tanto trabajo,  nos pareció justo darlo a conocer, aunque el momento es otro, felizmente con todos más cerca.

De todos modos, las vivencias del encierro aún están, y seguramente nos costará mucho borrar de nosotres ese pedazo de pasado.

Un agradecimiento especial a Maira, Ludmila, Miguel y Mariano quienes nos ayudaron a plasmar este juego y poder compartirlo con todos ustedes.